lunes, 12 de diciembre de 2011

Capítulo 2

No he pegado ojo en toda la noche. No hago más que escuchar los gritos de la rubia y del camarero. La chica no duró mucho tiempo pero el camarero, o el tipo de debajo de la mesa no estoy muy seguro, no paro de gritar y suplicar. Doy gracias a dios por no entender lo que decía. Aunque me lo puedo imaginar. Por un segundo pensé que lo conseguiría. Creía que había borrado de mi mente todos los detalles de la noche del jueves, pero ahora despierto y con la luz de la mañana entrando por la ventana es como si estuviese rebobinando la cinta y pasándola una y otra vez. Sigo sin tener muy claro, que parte es vivida y cual es un sueño. Aunque también me ha dado tiempo a pensar en algunas alternativas. La que más me gusta es la siguiente:
Jaume, Ellen, la consultora irlandesa y yo habíamos quedado para cenar en un restaurante del centro. La idea era cenar y luego tomar unas copas. Fue una propuesta de Jaume. A la irlandesa le encanto la idea. La chica era un encanto, tenía una belleza muy británica pero era guapa y muy maja, debía de tener un par de años menos que yo. Creo que a Jaume le gustó más que a mí. Aunque también creo que a ella quien le interesaba realmente era yo. Si, estas cosas pasan. Incluso a mí. Después del restaurante nos fuimos a un bar de copas cercano. Ellen y yo habíamos sido generosos con el vino y nos habíamos pasado la cena riendo y diciendo bobadas. Jaume ya había cambiado de idea y estaba muy cansado. Aún así entro en el bar con nosotros. Pedio las copas mientras Ellen y yo fuimos a baño. Hasta aquí todo bien. Ahora viene mi teoría. Por alguna razón Jaume me echo (o a lo mejor a ella, o a los dos) algo en la bebida. Acido, anfetamina o algo para “estimularnos”.
Al rato él dijo que estaba muy cansado y que se volvía al hotel. Ellen y yo nos quedamos. No paso nada entre nosotros. Estuvimos hablando tranquilamente, entonces ella me dijo que estaba casada y me habló de su marido. Estaba pensando en tener un hijo y no sabía muy bien qué hacer con el trabajo. Nos tomamos otra copa y después nos fuimos. Su hotel estaba en dirección opuesta al mío, así que deje que ella cogiera el primer taxi. Se despidió con un beso en la mejilla y diciendo que se lo había pasado genial. Me dio su teléfono y dirección y me dijo que si iba a Dublín, la llamara. Yo la dije lo mismo de Madrid. Y entonces es cuando debieron hacer efecto los alucinógenos. Porque en lugar de coger un taxi, comencé a caminar bajo el frío, hasta que estuve lo bastante congelado y vi una cervecería abierta y entre a calentarme y tomarme la última.
El bar estaba casi vacío. Contándome a mi no llegaríamos a la decena de clientes. Me fui hasta la barra y me pedí una jarra de cerveza. Cuando llevaba la cerveza por la mitad la vejiga me reclamo su tributo. Desde que entré se había marchado una pareja y había entrado otro tío, un alemán rubio y grandote. Había una rubia que no paraba de reír y de cantar y de coquetear con todo el mundo. Era bastante patético, porque estaba muy borracha y encima no era lo que se dice una belleza. Así estaba el bar cuando entre al baño. Creo que ocho personas en total. Me imagino que en el camino al baño la sustancia activa del MDMA hizo su efecto. A partir de ahí alucine hasta llegar al taxi. Esa es mi explicación. No había muertos, no había sangre por todas partes, no había un monstruo en cuclillas apoyado en la barra devorando los intestinos de la rubia borracha. Las pintadas con sangre de la pared, podían ser cualquier cosa a la que le hice una foto. Esa es la explicación. Los monstruos no existen y tampoco van a cervecerías a tomar la última.

Me conecto con el portátil a internet, busco en Google los diarios alemanes. Si no recuerdo mal el Munich Times es uno de ellos. Me lleva un buen rato encontrar algo útil. Sigo con el problema del alemán. De momento busco en ingles. Mientras me preparo un café y me como unos bollos. Conecto la televisión y busco el canal alemán por satélite. Lo dejo puesto de fondo sin mucho entusiasmo.
Respuestas encontradas: European gay & lesbian multisport championships in Munich 2004. ... (campeonatos europeos multideportivos de gays y lesbianas en munich 2004)... va a ser que no. Muchas noticias de negocios pero ninguna de sucesos. Necesito el alemán para eso. Por fin algo:
Haidhauser Nachrichten – periódico mensual de Munich-Haidhausen (en Aleman).
Munich Times
Sueddeutsche Zeitung – en alemán también, diario.
Sueddeutsche Zeitung, ¿cómo demonios se pronunciara esto? Parece que los alemanes no son tan morbosos como nosotros. No hay sección de sucesos. Miro primero en el de hoy. No creo que ayer les diera tiempo a cerrar la edición con la noticia. Una foto me da la pista. Copio todo el texto y lo llevo a un traductor. Podéis descartar la idea de las alucinaciones al menos en lo que a los crímenes se refiere. En el texto hablan de cinco asesinatos, uno más de los que yo conté. Sigo leyendo en busca de algún dato importante. Al parecer la policía atribuye la matanza a un ajuste de cuentas entre mafias.
Según el periódico el dueño del bar estaba metido en el tráfico de drogas. Vuelvo a leerlo pensando que el traductor ha equivocado las palabras. Todo es correcto. ¿Un ajuste de cuentas? No da datos sobre los asesinatos, ningún detalle ni de la forma en la que fueron asesinados.
Un pensamiento empieza a rondar mi cabeza. En realidad son dos: leyendo el artículo da la sensación de que se están ocultando los hechos. Por lo menos a mí que estaba allí. Pueden engañar a una señora de Dusseldorf y a todo Munich si quieren, pero no a mí. Si es cosa de la prensa o de la policía, de momento se me escapa.
Y el otro pensamiento. Mucho más terrible y oscuro. Nada agradable, la verdad. Seguro que vosotros también habéis pensado lo mismo.
¿Y si fui yo? Podría ser. Dicen que los esquizofrénicos son capaces de proyectarse sobre si mismos. Pueden verse desde fuera como si fuera otra persona la que están viendo en lugar de ellos mismos. Y yo podría haber visto a un bichejo horrible, cuando en realidad era yo mismo quien estaba sobre la barra destripando a la pobre chica.
Me gustaba más la explicación de las drogas alucinógenas.
Mi otro yo (el racional) se fue al baño, mientras mi yo esquizofrénico (y psicópata) se quedaba en el bar matando a toda esa gente. Y solo nos cruzamos durante un breve periodo de tiempo. Supongamos por un segundo que fue lo que paso. Entonces como mate a toda aquella gente. Cinco personas nada menos. Incluido el camarero un tío que me tumbaría de un soplido. Debería haber usado algún tipo de arma, sino una pistola por lo menos un cuchillo o un hacha. Si mate a esas cinco personas, debería haberme manchado un poco de sangre. Definitivamente prefiero la historia de las drogas alucinógenas.
Si voy a hacer esto lo voy a hacer bien. Voy hasta la maleta y cojo el traje que llevaba el jueves. Lo examino con cuidado y lo único que encuentro es unas manchas de color negro en la culera y unas manchas rojas en la pernera. No es necesario hacer un análisis para ver que es sangre. A penas hay unas gotitas. Busco en la camisa y en la chaqueta: nada. ¿Cómo pude hacerlo? Estrangule a cinco personas, una detrás de otra. Y si fue con una pistola, ¿como la conseguí? Como pude llegar a Munich con una pistola en el avión. Lo que significaría que la conseguí allí. A lo mejor el camarero la tenía debajo de la barra. Me metí en la barra cogí su pistola, me cargue al camarero, a la rubia y a otros tres. Lo que me lleva a una nueva pregunta, ¿donde están las al menos, tres personas más que había en el bar cuando yo fui al baño? Lo lógico es pensar que huyeron pero el periódico no dice nada. Puede que sea una información que se reservan. Por último me queda la posibilidad de que yo sea el monstruo (además de esquizofrénico). Mis piernas parecen normales. No me veo garras por ningún lado, ni en las manos ni en los pies. Puedo tener orejas de soplillo, lo que dista mucho de que sean puntiagudas y sobresalgan de la cabeza más de 10 centímetros. Me miro al espejo. Puedo ser feo pero no veo a un gremlim de color marrón de un metro ochenta de altura. Creo que puedo ir descartándome como sospechoso.
Descartado lo racional, solo queda lo imposible. Así que me lanzo a ello con pasión. Comienzo buscando en internet. Si es raro y absurdo estará allí. Comienzo con esoterismo y continúo con Parapsicología y Ciencias ocultas. De momento me reservo la posibilidad de los extraterrestres. Me lleva toda la mañana. Tengo los ojos rojos de leer en foros y chats a pirados que se inventan lo que sea por echar un polvo. O bien porque se aburren mucho. Me tiro así varias horas. He hablado con un par de tipos que parecen serios, he pasado la foto al portátil y se la he mandado a uno de ellos para que descifre los signos. Primero empecé buscando cosas parecidas a lo que había vivido, dos horas después todo me parecía plausible. Ovnis, fantasmas, vampiros. Es increíble lo fácil que es hacer “amigos” a través de la red. Luego he colgado la foto en otra pagina para ver si alguien se anima y me dice algo. Entre las noticias que he estado mirando, solo una me ha llamado la atención. Recordaba vagamente la noticia. Desde luego la recordaba menos catastrofista de lo que la he leído hoy. Me ha dejado un poco intrigado. Se acerca la semana santa y quizás me acerque a Burgo de Castro. Por curiosidad.
Sucedió el verano pasado en un pueblo de Huesca. La versión oficial (me he molestado en buscarla) es que la iglesia se prendió fuego debido a una representación teatral que se hacía en ella y murieron mas de 80 personas. La extraoficial habla de una panda de fanáticos encapuchados pertenecientes a alguna secta que llegaron al pueblo y comenzaron a degollar a todo aquel que se cruzaba en su camino y cuando la gente se refugió en la iglesia, estos la prendieron fuego. La guardia civil llego y les dio caza, aún así varios guardias civiles resultaron muertos. En total más de 100 muertos. Y luego está la versión de internet que circula por correos electrónicos, y ya convertida en leyenda urbana. Esta cuesta un poco más asimilarla, ya que habla de caballeros templarios que se levantan de su tumba y liquidan en una noche a medio pueblo en una orgía de sangre y fuego. En esta los muertos llegan a 300. Esta última versión me habría parecido una mamarrachada la semana pasada, pero ahora por alguna razón me parece que tiene sentido. Lo que está claro es que pasara lo que pasara la prensa no le dio mucho bombo y eso que estas cosas les encantan.
El teléfono me arranca de mis elucubraciones esotéricas. Es Emilio. Él y su mujer han quedado con Manu en un bar del centro. Alberto y Diana ya lo saben. Yo tengo que avisar a Antonio. Le digo que de acuerdo, que en un rato lo llamo. Cuando cuelgo a Emilio me doy cuenta de que son las cuatro y media de la tarde. Ni he comido, ni me he vestido. Me estiro y me desentumezco un poco. Bajo a un bar que hay cerca de casa a ver si me pueden hacer un buen bocata con todo. Me lo subo y sigo delante del ordenador. Cambio de música. Pongo a Johny Cash, que canta con su guitarra sobre el fin del mundo mientras me sumerjo en las cloacas de la red. Por alguna razón me parece apropiado.
Hay toda una panda de fanáticos anunciando el Armaggedon. Los signos son evidentes, según ellos. Dios se ha cansado de nosotros. Ya le hemos hinchado las pelotas lo suficiente y los cuatro jinetes del Apocalipsis recorren el planeta. Me pregunto si alguno tiene forma de gremlim gigante. Esta gente necesita echar un polvo. Con urgencia.
Pienso en que biblioteca tendrán algo que me sea de utilidad. Pienso en mitología, cuentos populares y leyendas. Pienso en la Biblia y el Corán. En todos ellos hay monstruos. ¿Será mi gremlim homicida alguno de ellos? Ahora que lo pienso bien, yo también necesito echar un polvo. Con urgencia.

Una hora mas tarde estoy en una librería del centro, cargando con varios libros de leyendas, mitología y uno del tarot. Vaya títulos: “El libro tibetano de los muertos”, un clásico según el dependiente. “Demonológica para principiantes”: Nunca se sabe. Solo me falta comprarme un gato negro para parecer un maldito pirado.
Vuelvo corriendo a casa, la M-30 esta impracticable. Le piso al llegar al barrio. Casi no tengo tiempo para arreglarme y llegar a donde hemos quedado. Mierda, y no he llamado a Antonio. Marco el número en el móvil, mientras subo del aparcamiento. Antonio me dice que ya le ha llamado Manu.
-Bueno, entonces allí nos vemos.
Le cuelgo sabiendo que llegare tarde. Llego a casa y me desnudo hasta llegar a la ducha. Me relajo con el agua caliente. Cálmate un poco, tío. El mundo seguirá girando aunque no hagas nada. Dios, tengo que hacer algo con esta tripa.

Las luces brillan y la gente baila. A penas escucho a Diana mientras me cuenta algo. Es algo de sus niños. Hay cierta edad en la que los amigos solo hablan de sus hijos y sus hipotecas. Todos tenemos una copa en la mano. Acabo la mía en unos tragos. Lo necesitaba. No es lo mismo contar a unos pirados a los que no vas a ver en tu vida a través del teclado lo que te ha pasado, que contárselo a tus amigos. No creo que estén preparados todavía para oírlo. Podría contar una versión edulcorada, sin monstruos. Estoy intentando que mi mundo no se venga abajo pero se hace francamente difícil. La mujer de Emilio me saca a bailar en una canción, tan solo para comprobar lo pato que soy. Se cansa pronto. Hoy soy probablemente la peor compañía del mundo. Comienzo a buscar entre la gente a alguien sospechoso. Algún indicio, algo que me diga que no me estoy volviendo loco.
Manu en la barra me habla de la chica con la que estuvo ayer. Me dice que le gusta de veras. Quiero centrarme en lo que dice. Parecer realmente interesado. Mi cabeza está en otro lado. Le digo que eso está bien y me pido otra copa. Si no consigo olvidarlo por lo menos me alcoholizare.
Creo que estoy borracho. Estoy mareado y se me va la lengua al hablar y acabo de decirle a Antonio que no estoy borracho. Prueba definitiva de que lo estoy. La última vez que estuve así murieron asesinadas cinco personas, ¿que pasara hoy?

Me levanto de la cama. El sol entra con ganas a través de las persianas. Me duele la cabeza. Son las dos de la tarde. No creáis que esto es algo habitual en mí. Soy un bebedor social. Nada más. Fines de semana, cenas especiales y acontecimientos sociales. El resto del tiempo soy abstemio. Me tomo un gelocatil.
El dolor se ha ido, el mareo permanece. Recuerdo que Emilio, Mari, Alberto y Diana se fueron y me quede con Antonio y con Manu y que fuimos a tomar otra a un bar de Huertas. Lo que no recuerdo es quien condujo, ni quien me trajo a casa.
“Tiene dos mensajes sin leer”. Muchas gracias. Vaya uno de los tipos a respondido a mi petición de traducción del mensaje. Abro el correo. Es un mail largo. Mosquis. Respondiendo a la petición que hiciste ayer... bla, bla, bla... probablemente no creerás estas palabras... bla, bla, bla... escritas en una lengua muerta (¿porque todas estas cosas siempre están escritas en lenguas muertas?, por el amor de dios si todo el mundo habla inglés.)... de hace mas de 3000 años antes de Cristo, ...en la antigua Mesopotamia se creía...
Y finaliza diciendo:
Estas en grave peligro te recomiendo que te pongas en contacto conmigo lo más breve posible.
No firma la carta.
Lo que hace la gente por una mamada. Maldito chiflado. Ni siquiera me cuenta lo que dice el mensaje, para eso tengo que reunirme con él personalmente. Ya me lo conozco yo eso. También vi esa película. Por la forma de escribir el tipo pasa de los cincuenta y muchos y está muy solo. Ni siquiera deja una dirección, ni un teléfono, solo su dirección de correo. Por lo menos es discreto. Estando en la situación que estoy me encuentro abierto a casi todo, pero no puede ser tan típico como un demonio sumerio o algo por el estilo (es lo que suele ser en estos casos en las películas). Bueno, a lo mejor un demonio sumerio en una cervecería de Munich no es lo que diríamos típico, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que yo suelo votar al PP, menos en las ultimas que vote al PSOE, conduzco un Audi, soy del Madrid, pago la hipoteca de mi casa regularmente, no creo demasiado en Dios y en que haya algo después de morirnos, y me niego a creer en demonios sumerios. Es una cuestión de principios. Sería como aceptar que la tierra es plana.
El tipo también pide a los creadores de la web que retiren la foto por su bien en varios mensajes. Escribe bien, podría llegar a engañar a alguien más influenciable. Hay que tener cuidado con esta gente.
Apago el ordenador y me voy a vestir. He decidido ir a comer a casa de mis padres. Antes les telefoneo. Están encantados con la idea. Bajo al aparcamiento. El Audi está allí. Así que yo traje el coche de vuelta. Que inconsciencia más grande.
Paso el resto de la tarde del domingo en casa de mis padres. A mi madre se le ha ido la mano con la sal, cada día está peor. Después de comer me echo una siesta en mi vieja cama. Me sienta bastante bien. A media tarde vemos el partido del Madrid. Mi madre es la que más grita de los tres. Ella es quien hace la cena, esta vez el pescado está en su punto. Un rato después me despido de ellos. Mi madre intenta convencerme para que me quede a dormir, yo le contesto que mañana tengo que madrugar. Les beso y me voy. A ver si consigo dormir esta noche.